miércoles, 11 de julio de 2012

OPEL AMPERA, LA EXPERIENCIA DE VIAJAR CON UN ELÉCTRICO

Un interesante viaje por Cantabria me ha permitido conocer las virtudes del Opel Ampera, un coche como denominan en su marca, eléctrico de autonomía extendida, que permite una sensacional economía de funcionamiento en recorridos urbanos y por el extrarradio y un consumo muy ajustado en viajes de largo recorrido, algo impensable para ningún coche eléctrico convencional.


El Opel Ampera no es un coche eléctrico convencional, debido a una ingeniosa solución, que le ha servido para obtener el galardón de Coche del Año en Europa 2012, que consiste en equiparlo con un motor de gasolina de pequeña cilindrada, que hace las veces de generador de energía eléctrica, permite tener una autonomía ilimitada. Es lo que en la marca alemana denominan "coche eléctrico de autonomía extendida". La explicación sencilla y resumida es la siguiente: el Ampera equipa un motor eléctrico de 150 CV, que se alimenta de una batería de iones de litio, otro motor eléctrico más auxiliar de 72 CV y un motor de gasolina de 1.4 litros de 86 CV. El motor térmico, a diferencia de los vehículos híbridos, no impulsa en ningún momento al coche, sirve como generador de energía eléctrica para alimentar al motor principal de 152 CV, en momentos puntuales al motor auxiliar de 72 CV y también para recargar la batería. Por lo tanto el Ampera en un vehículo totalmente eléctrico.
El Opel Ampera tiene un comportamiento sensacional. Foto de Alex Aguilar.

La batería se puede recargar en un enchufe domésticos de fuerza de 230 voltios, en mi caso lo conecté a un enchufe en el garaje de casa con el cable que equipa el coche y en un tiempo de unas seis horas lograba tener la batería cargada con una autonomía de 68 km. Por lo tanto en distancias cortas y en un uso urbano, mientras la batería tiene carga el motor de gasolina no entra en funcionamiento, una vez agotada la batería, que según nuestra experiencia con el Ampera varía mucho según el tipo de conducción que se realice, y que en esta época de verano, con el climatizador funcionando puede ser de unos 55 km, pero también conseguí, realizando una conducción económica, aprovechando todo lo posible las inercias y las fases de frenado, estirarla hasta los 83 km, entra en funcionamiento el motor de gasolina, que nos permite volver a casa sin ningún problema. En las pruebas que he realizado en recorridos por carreteras del extrarradio y en ciudad, con un kilometraje de en torno a los 200 km, algo imposible hoy en día en cualquier otro coche eléctrico he logrado un gasto medio de gasolina de 3,2 l/100 km, una cifra impensable para ningún vehículo con motor térmico o para ningún híbrido. Un coste muy bajo, teniendo en cuenta que cada carga de la batería cuesta poco más de 2 euros.
El Ampera en la posada Mar de Santillana, en Ubiarco




El Opel Ampera dispone, para poder sacarle el máximo partido a la energía de su batería, de cuatro modos de conducción: Normal, en la que funciona de forma automática y selecciona los momentos en los que tiene que funcionar el motor de gasolina. Sport, pensada para extraer el máximo potencial al coche. Montaña, que permite unos minutos antes de afrontar una zona de repechos tener una previsión extra de energía y Retener, que hace posible guardar la carga de la batería para las situaciones más favorables o para circular en ciudad. Además el Ampera cuenta con una caja de cambios automática de una velocidad y se conduce como si de un coche automático normal se tratara.

Para conocer de verdad y lo más a fondo posible al Opel Ampera me planteé con él un viaje de fin de semana desde Madrid hasta la costa de Cantabria, concretamente hasta Ubiarco, a escasos cinco kilómetros de la bellísima localidad de Santillana del Mar. Con el depósito de gasolina lleno, 35 litros, y la batería cargada a tope, Opel anuncia una autonomía de más de 500 km. El primer pequeño inconveniente que encuentro es que el maletero, teniendo en cuenta las dimensiones del coche, es un poco pequeño, pero en este caso, con el equipaje de dos personas es suficiente. Los poco más de 408 km hasta nuestro destino el Ampera los devora sin ningún problema, ofreciendo un buen confort de marcha, a lo que más cuesta adaptarse es a la consola central, que tiene muchos mandos, todos ellos táctiles y algunos de ellos no es fácil encontrarlos con el coche en marcha.
Bárcena Mayor, el pueblo más antiguo de Cantabria.

Mientras la batería tiene autonomía el ruido mecánico es nulo, solo se oye el de rodadura de las ruedas. Una vez que se agota la batería se oye un pequeño murmullo procedende del moto térmico de 86 CV, y se puede comprobar que funciona alimentando al motor de 150 CV y poco más, ya que la recarga que efectúa en la batería es mínima y todos sus recursos son para que no le falte energía al motor eléctrico principal. En una zona de subidas permanecidas fue la ocasión perfecta para saber de que es capaz el Ampera, en esa situación para que la batería no se agote por completo y pueda mantener un 20 por ciento de carga, el motor de gasolina funciona a más revoluciones y entra para ayudar el motor auxiliar de 72 CV. Hubo un momento en el que el motor térmico no podía aportar suficiente energía y el de 150 CV se desconectó y el coche entró en modo de potencia limitada y terminé la subida solo con el de 72 CV, con lo que el ritmo de marcha en esos momentos puntuales bajó notablemente.

Con todo esto llegue al destino previsto con una autonomía en el depósito de gasolina de 98 km y con un gasto medio de 6,2 l/100 km, una cifra al alcance de muy pocos coches, por no decir ninguno, más teniendo en cuenta que en ocasiones forcé mucho la marcha para conocer bien su rendimiento. Una vez en Ubiarco, fue el punto de incio perfecto para recorrer los lugares más interesantes de la zona, caso de las localidades costeras de Suances, Comillas, San Vicente de la Barquera o la bella playa de Tagle, sin olvidarnos de la joya del lugar, Santillana del Mar. Unos desplazamientos que resultaron una delicia con la batería a tope de carga, circulando sin el oir el ruido del motor. También en una visita al valle de Cabuérniga, a la localidad de Bárcena Mayor, que presume de ser el pueblo más antiguo de Cantabria, me permitió comprobar que el comportamiento del Opel Ampera es realmente bueno y en ese tipo de trazados, aprovechando bien la inercia en las bajadas se le puede sacar un magnífico rendimiento a la batería.
Un día gris y nublado en la playa de Tagle.

Concluido mi periplo por la siempre bellísima Cantabria es hora de regresar a casa. Los datos obtenidos son más que sastisfactorios, de los en torno a 1.050 km recorridos, 850 de ellos se realizaron con el motor de gasolina funcionando y los otros 200 con la carga de la batería. El consumo medio total fue de 6,4 l/100 km, lo que supuso un gasto de gasolina de 67,2 litros. Unas cifras que sitúan al Ampera como alternativa muy valida, por no decir la mejor, a los coches con motor térmico y a los híbridos. Su hándicap más importante es su precio que es muy elevado y que con las ayudas de compra oficiales es de 41.700 euros

El Ampera es un viajero incansable. Foto de Alex Aguilar.

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